Hay muchos jefes malos ahí afuera, eso no es una sorpresa. De hecho, el 65% de los estadounidenses elegiría despedir a su jefe por un aumento salarial. Pero lo que se pierde en medio de tratar de detener una gran cantidad de malos comportamientos es el hecho de que también hay un buen número de buenos jefes.
Estos son jefes que realmente se preocupan por los miembros de su equipo y quieren hacer lo correcto por ellos. Los jefes en la categoría de “buenos” ya están haciendo muchas cosas bien, pero aún tienen espacio para pasar de “buenos” a “grandes”, e impulsan el compromiso y la productividad del equipo a un nivel completamente nuevo.
A continuación, te presentamos algunos tips para convertirte en un buen jefe para tus empleados.
- Construir un vínculo de confianza.
La parte más importante de ser un jefe es el trabajo constante para crear un vínculo de confianza en su equipo. Hay varios beneficios de generar confianza: comunicación efectiva, compromiso de los empleados y mejor desempeño en el trabajo.
- Tener una política de puertas abiertas.
Póngase a disposición de sus empleados y agradecer sus comentarios. Abrir la puerta no significa que la puerta de su oficina esté literalmente siempre abierta. Más bien, significa que sus empleados pueden acudir a usted con cualquier problema o sugerencia que tengan, y usted estará receptivo.
- Motiva a tu personal a hacer su mejor trabajo.
Haga de su oficina un lugar agradable para trabajar brindando una buena iluminación, fomentando una actitud amistosa y permitiendo a los empleados darle un toque personal, como fotos familiares o un póster divertido. Ofrezca a sus empleados recompensas e incentivos por un buen trabajo, como una fiesta de pizza o un certificado mensual.
- Esté abierto a nuevas ideas
Los empleados quieren sentirse escuchados. Obviamente, al final del día, usted es responsable de hacer el juicio final. Pero de vez en cuando, si la situación lo requiere, los buenos jefes se acercan a sus trabajadores para obtener sus ideas y opiniones.
- Ayuda a tus empleados cuando están luchando con una tarea.
Es normal que las personas se topen con obstáculos, especialmente si está asignando tareas que extienden a sus empleados. Si un empleado parece haber golpeado una barrera que no puede cruzar, trabaje con ellos para hacer el trabajo.
- Valor de retroalimentación
No hay personas perfectas, ya que no hay trabajadores perfectos. Por eso es exactamente por lo que debe fomentar una comunicación abierta y honesta en su empresa. ¡No le tengas miedo! Incluso si escucha algo desagradable, trátelo como una oportunidad para desarrollarse. ¡Las investigaciones demuestran que las personas que manejan mejor los comentarios negativos tienden a tener más éxito!
- Dar crédito donde es debido.
Los buenos jefes reconocen a sus empleados y expresan su gratitud siempre que sea posible. Los empleados quieren sentirse apreciados y hacer notar su trabajo. Cuando los acreditas por un trabajo bien hecho, los motiva a seguir trabajando duro. Si no da comentarios positivos, los empleados creen que su trabajo pasa desapercibido y comenzará a preocuparse menos.
- Conecta la visión a las tareas diarias
Los grandes jefes demuestran cómo las tareas de los empleados apoyan lo que la organización está tratando de lograr. Esto se hace mostrando una conexión de línea clara entre lo que el empleado hace diariamente y la forma en que respalda la misión de la organización. Esto se logra al escribir objetivos inteligentes que apoyan los objetivos de la organización que en última instancia están vinculados a la estrategia empresarial.
- Fomenta el desarrollo del equipo
Diversas personalidades y diversos marcos de referencias pueden dificultar las interacciones de los equipos. Los grandes jefes tienen buenas habilidades de líder de equipo que fomentan el desarrollo del equipo. Un gran jefe sabe cómo reunir a las tropas y hacer que todos se dirijan, en unidad, en la misma dirección.
- Esté abierto a la crítica y utilícelo para crecer.
No se ponga a la defensiva cuando sus empleados critiquen sus decisiones o su desempeño. En su lugar, considera sus comentarios y decide si tienen sentido. Si lo hacen, considérelo una oportunidad de crecimiento.
- Evite participar en chismes de oficina.
Difundir chismes destruirá tu credibilidad como jefe de inmediato. No solo eso, sino que los rumores que salen de tu boca instantáneamente suenan como verdades. Además, los empleados que son objeto de rumores perderán la confianza en usted.
Ser un gran jefe puede parecer mucho trabajo a primera vista, pero en realidad no requiere mucho tiempo extra. Sin embargo, requiere ver las cosas de manera diferente y ser muy consciente del impacto de sus acciones. Cualquier gerente puede hacerlo, simplemente requiere la voluntad de hacerlo realidad.