En el mundo laboral causar la mejor impresión posible siempre es importante, marcando la diferencia en el modo en el que nos relacionamos con nuestros supervisores, compañeros y clientes. Y cuando se trata de tratar directamente con las personas a quienes prestamos un servicio, aumentar su confianza y opinión positiva acerca de nosotros nos ayudará a concretar de forma exitosa el negocio que nos planteamos. Por eso te damos algunos consejos acerca de cómo causar una buena impresión a un cliente, cuidando algunos detalles lo conseguirás con éxito.
Muestra tus competencias profesionales
Antes de encontrarse contigo, tus clientes potenciales buscarán información tuya y de tu empresa, lo que los llevará a construir una imagen respecto a tu profesionalismo. Por eso es importante que refuerces tus competencias en tus perfiles sociales, en la web corporativa y demás canales digitales en donde aparezcan.
Sin embargo, en lugar de hablar en exceso de tus aptitudes y habilidades, procura mostrar un historial de tus logros, como las experiencias previas con otros clientes o proyectos completados. Así, el cliente podrá hacerse una idea concreta de cómo es tu empresa.
Prepárate con antelación al encuentro
La preparación te ayuda a proyectar mayor dominio del tema. Además de aprender todo lo referente al negocio que vas a tratar, procura estudiar lo más que puedas sobre tu cliente potencial, su empresa y demás elementos que te permitan dar la imagen de vendedor interesante y conocedor de su industria.
Llega puntual a la reunión
La puntualidad dice mucho de tu seriedad a la hora de afrontar proyectos importantes. Procura llegar a la cita por lo menos 15 minutos antes de la hora pactada.
Ve bien vestido
Varios estudios sugieren que la forma en que vestimos incide notablemente en la psicología de las personas con las cuales interactuamos. Por lo tanto, para facilitar las ventas y causar una buena impresión, es necesario que te vistas acorde a la ocasión.
Maneja bien tu lenguaje corporal
Una mala postura o un lenguaje corporal incorrecto pueden arruinar por completo la imagen que proyectas. Algunas recomendaciones al respecto son:
- Sonreír cada tanto genera un ambiente optimista y positivo.
- Mira a los ojos a tu cliente durante el 85% de la reunión
- Evita cruzarte de brazos, bostezar o morderte los labios.
- Coloca los pies con 15 ó 20 centímetros de separación, uno ligeramente adelante del otro.
La idea es que estos comportamientos se noten naturales y proyecten seguridad, pero sin llegar a ser arrogante. Si se ven fingidos, el efecto puede ser bastante negativo.
Escucha con atención y ponte en los zapatos de tus clientes
No existe mejor manera de causar una buena impresión en el cliente que viendo las cosas desde su punto de vista y escuchándolo con atención. Esto te permitirá comprender a fondo sus necesidades específicas y ofrecerle un producto o servicio que realmente le represente una solución.
Piensa antes de hablar
No importa si te tardas unos segundos en responder, hazlo de manera reflexiva y siempre tratando de entregar la respuesta más adecuada a la pregunta y situación específica.
Todas las estrategias de ventas deben empezar por causar una buena primera impresión en los clientes. Preocúpate de este punto para, así, establecer relaciones comerciales duraderas.
Además, hay que tener en cuenta detalles como no hablar de otros clientes (ni bien ni mal, ni mucho menos dar nombres), ser puntual, no dejarlo para atender el teléfono o a otro cliente y dedicarle el tiempo que necesite.
El cliente siempre tiene la razón
Cada cliente es diferente, y hay que tratarlo en su individualidad. Él sabe lo que quiere y lo que necesita. Unos son más flexibles, y otros son más exigentes y no hacen concesiones. En cualquier caso, hay que tratar al cliente como si siempre tuviera la razón (incluso aunque no la tenga) e intentar darle la solución que busca o buscar un desenlace cordial. Usted debe expresar su punto de vista e identificar los puntos de interés para que el cliente pueda admitir su opinión de experto. Pero al final, el punto de vista del cliente siempre ganará la partida.
Lo que importa es lo que necesita el cliente
No se trata de lo que usted ofrezca, sino de lo que el cliente necesite. Es mucho más probable que un cliente vuelva si siente que consigue lo que necesita. Para ello, es vital desarrollar la habilidad de escuchar. Si el cliente no es un gran comunicador, asegúrese de buscar el punto de vista del cliente. En caso de duda, haga preguntas no actúe bajo supuestos.
A diario se me pregunta sobre ideas de negocio rentables, pero el mercado es muy cambiante, hoy puede ser muy rentable una cosa y en muy poco tiempo cambiar totalmente la situación. Nunca te equivocarás si eliges tu pasión.
Cuando tu negocio es tu pasión tendrás todos los ingredientes para montar un negocio rentable, como son la persistencia, la creatividad y transmitir tu emoción a todo con el que te encuentres.
Trabaja sobre estas claves en tu primer contacto con tu cliente o colaborador y transforma la primera impresión en la más productiva.